Frank Blanco presenta su nuevo libro, Sobreviviendo a los cuarenta: «Ha sido mi desahogo»
¿Pasan los años y se acercan los 40? ¿No sabes cómo afrontar esta nueva etapa de tu vida? Tranquilos, el presentador Frank Blanco ha escrito un libro, ‘Sobreviviendo a los cuarenta’, que seguro va a ayudarte a seguir cumpliendo años con una sonrisa. Está a la venta desde el pasado 30 de enero y… ¡Hoy compartimos con vosotros su entrevista!
«Soy un joven de 20 años encerrado en un cuerpo que envejece»
¿Qué pensaste la primera vez que alguien te llamo señor por la calle?
No me di por aludido, ni me giré a la primera, pero lo repitieron tanto… Era dos pre-adolescentes que querían saber la hora.
Entonces, ¿cómo eres a los cuarenta años?
Un joven de 20 años encerrado en un cuerpo que envejece.
¿Has utilizado el libro como un medio de huida o de evasión de la famosa crisis de los cuarenta?
Ha sido mi desahogo, una especie de terapia para una autoconvencerme de que esta es la mejor forma que he vivido. Y debe haber funcionado, porque realmente creo que los cuarenta sienta muy bien.
«He escrito un anecdotario de muchas cosas que me han pasado»
¿O simplemente para hacer balance de tu vida hasta ahora?
Eso también, pero más que balance, he escrito un anecdotario de muchas cosas que me han pasado antes y ahora.
¿Qué consejo le daría el señor Frank Blanco a un Frank Blanco más joven, como el que salía en crónicas marcianas o presentaba los cuarenta principales?
¡Que no tenga prisa y que pelee por sus ideas!
Presentador en televisión, presentador de radio, escritor y padre de dos niños: Martín y Mateo… ¿Qué le queda por hacer, o qué le gustaría hacer?
¡Uf! ¡Muchas cosas! Espero que llegar a jubilarme por lo menos. Será señal de seguir viviendo.
¿Pensaste alguna vez que algún día, no escribirías un libro, sino tres en los que compartes tus experiencias personales?
¡Jamás! De hecho, no me atraía nada la idea de escribir, porque me daba bastante pereza el proceso, pero como tantas otras cosas en la vida, hoy piensas una cosa y mañana la contraria.
«No entiendo la vida sin sentido del humor»
En este libro, ¿compartes tus experiencias como cuarentón en clave de humor al igual que los dos anteriores (Cómo ser padre primerizo y no morir en el intento y Padre con un par) o tratas el tema de forma más seria, más adulta?
Siempre con humor. No entiendo la vida sin sentido del humor, e intento no tomarme a mí mismo muy en serio.
Eres un hombre, que a nuestro parecer, sabe reírse de sí mismo. ¿Seguirías presentado el mismo tipo de programas que presentas ahora (Zapeando, Vamos tarde…) con un par de décadas más? ¿Qué te gustaría hacer?
¡Por supuesto! Es el registro en el que me siento más cómodo, presentado programas de humor y entretenimiento. Lo disfruto mucho. En un futuro, cuando sea mayor (risas) me encantaría presentar un Late Night.
«No sé si estoy preparado para la adolescencia de mis hijos»
Ya que has sobrevivido a esta década, ¿cómo crees que vas a sobrevivir a las siguientes?
Ojalá sea parecido a como hasta ahora, pudiendo trabajar en lo que me gusta, y rodeado de mi familia, y sin que mis hijos se desmadren mucho. En menos de 10 años serán adolescentes y no sé si estoy preparado para eso.
¿Serías capaz de entrar en un quirófano para combatir los signos de la edad?
Me siento muy a gusto con mi edad y mi aspecto. Acepto que las arrugas irán llegando, pero ese es el precio de ir cumpliendo años.
«A los 40 nos enfrentamos mejor a los retos y problemas»
En la reseña del libro dices que a medida que te vas acercando a esa edad todo va encajando. ¿A qué te refieres con eso?
Me refiero al equilibrio. En este punto, tienes la madurez necesaria para afrontar las cosas mejor que cuando tenías 30. Tanto en el ámbito laboral como en el personal, familiar, etcétera. Creo que nos enfrentamos mejor a los retos y problemas ahora que tenemos mayor reposo y menos impulsividad. Lo pensamos todo más. Y, además, seguimos sintiéndonos vitales, jóvenes… ¡Sabemos lo que queremos y lo que no! Y nos detenemos en menos tonterías.
Por último, una curiosidad…. ¿Cómo fue eso de quedarse sin el gordo de Navidad por tan sólo un número?
Las cuatro primeras cifras eran las mismas, variaba la última, la terminación. El primer instante fue como cuando tu equipo está a punto de marcar un gol en el último seguro para algún campeonato, y al chutar, no marcan y pierden. A los 5 segundo pensé en que ojalá le hubiese tocado a alguien que lo necesitara de verdad. Por fortuna, yo llego a fin de mes y no me puedo quejar. Pero bueno, a ver si el año que viene tengo más suerte (risas).
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