Curiosidades sobre la Navidad – Parte II

Como comentamos hace unos días en el post Curiosidades sobre la Navidad – Parte I, son varias las tradiciones que seguimos año tras año pero no nos planteamos cuál es su origen. Esta semana os hablamos sobre Villancicos y el Gordo de la lotería para que podáis deslumbrar a vuestros familiares y amigos con curiosidades sobre las fiestas que estamos a punto de disfrutar.

El origen de los villancicos navideños

Aunque su origen no tiene nada que ver con estas fiestas, los tradicionales villancicos, unas melodiosas y pegadizas canciones que suenan por los altavoces de centros comerciales, comercios, calles y en casi todos los hogares en cuanto se reúne la familia y amigos, se han convertido en otro de los elementos fundamentales de la Navidad.

En la Edad Media eran alegres melodías que cantaban los habitantes de las villas, por eso reciben su nombre, y cuyas letras explicaban los acontecimientos que habían tenido lugar en estas poblaciones a lo largo del año: amores y desamores, fallecimientos y todo aquello que era de interés del pueblo, a modo de noticiero rural.

Como los lugareños memorizaban mucho mejor estas letras que los mensajes evangélicos, los religiosos pensaron que podrían modificar la letra de estas cancioncillas para hacerles aprender las historias de las Sagradas Escrituras. Así, los sacerdotes empezaron a cantar el nacimiento de Jesús, el Espíritu Santo y la Virgen María.

Con el tiempo, los villancicos de corte religioso perduran y los originales se han perdido.

El origen de El gordo de la lotería de Navidad

Este nombre no tiene nada que ver con la cuantía del premio o con el tamaño del bombo que almacena todos los números del sorteo. El Gordo viene del siglo XVIII, cuando se creó un personaje voluminoso para hacer publicidad del sorteo.

El personaje fue conocido como ‘El Fanático por la Lotería’ o ‘El Enano Afortunado’ y aparecía en numerosos libros y estampas de la época. Su cuerpo, bajo y rechoncho, estaba compuesto por las típicas bolas que se utilizan en el sorteo y, además, tenía casi todo el cuerpo cubierto de números.

‘El Enano Afortunado’, acompañado de diferentes inscripciones de buena suerte como «De alegría y de dinero, este Enano afortunado, si le estudias con esmero, te enseñará alborozado, de la fortuna el sendero» incitaba a la gente a participar en el sorteo.