Descubre el verdadero lujo de Ibiza con Villarrazo

Viajar, conocer lugares nuevos, sus costumbres; también su gastronomía. El turismo es uno de los principales motores económicos del país. Pero más allá de la riqueza financiera, esta actividad supone una riqueza personal. Existen muchas formas de viajar, de explorar rincones de todo el mundo. Hoy, concretamente nos vamos a centrar en Ibiza, y algunos de sus secretos mejor guardados, que se convierten en el auténtico lujo de la isla pitiusa. 

Para ello, nos reunimos con Miguel Tur, concejal de turismo del Ayuntamiento de San Antonio; cocinero y empresario. El lugar elegido ha sido una de las antiguas casetas de pescadores. “Estas casetas las utilizaban los ibicencos – los payés-, para guardar sus pequeñas chalanas que utilizaban para salir a pescar, para vender o para la familia”, nos cuenta Tur. 

Las chalanas a las que hace referencia el concejal eran pequeños barquitos de remos, o con un motor muy escueto, que eran muy frecuentes en la isla. De hecho, a consecuencia de estas embarcaciones, aparecieron las casetas. “Aquí no se vivía. Se comía, se dormía antes de salir de pesca, o también se trabajaba”, detalla el concejal, para explicarnos que se concebía como lugar de trabajo y no como vivienda. 

Estas propiedades, que van pasando de generación en generación, ahora han dado paso a un nuevo concepto: al del ocio. “Todo evoluciona y el tiempo va cambiando. Empezó el turismo en la isla, y las familias ibicencas empezaron a dejar de vivir del campo, dejando las tierras para hacer hoteles”, explica Miguel Tur. 

En ese proceso, las casetas quedan relegadas únicamente al uso personal y de disfrute. “Ahora nos juntamos con la familia, y amigos, y hacemos comidas. Además también tenemos tablas de Windsurf. Ya es un hobby”, matiza el cocinero y empresario. Y añade: “Para mí, este es el lujo de verdad de Ibiza. Un espacio donde, con poco o mucho, puedas disfrutar, de una puesta de sol, o de un baño”. 

Para la ocasión, y haciendo gala de sus dotes culinarias que les llevó a Omán, Dubai y Qatar, Miguel Tur nos agasajó con un arroz muy peculiar de la tierra.