Gran Canaria, entre salitre y volcanes.

Siete islas se levantan en medio del Atlántico, siete islas afortunadas muy distintas entre sí pero con una esencia en común que las une. De estas siete islas bañadas por un océano fiero que levanta acantilados o tan suave que a sus orillas deja playas paradisíacas; Gran Canaria es la mía, en la que yo nací.

Gran Canaria es un lugar de ensueño donde puedes perderte y encontrarte, donde puedes disfrutar de un día de senderismo entre los bosques de Laurisilva, los paisajes volcánicos y los pintorescos pueblos del interior como Tejeda, Teror o San Mateo. Es una isla en la que puedes relajarte en cualquiera de sus playas, desde las más extensas y de arena clara en el sur como Maspalomas o Playa del Inglés, a las más pequeñas, rocosas y norteñas como Agaete, Guayedra o Güigüi. 

Es quizás la más variopinta de las islas, pues ofrece una gran variedad de planes que hacer y lugares que visitar, pero Gran Canaria es un lugar que debes conocer más allá de lo que digan las guías o cualquier página de recomendaciones. Gran Canaria tiene un encanto escondido, un duende, que sólo alguien que haya vivido mucho en ella te puede enseñar.

Yo ya llevo cinco años fuera de mi tierra y cada vez que vuelvo me doy cuenta de la gran suerte que tengo de haber nacido en un sitio tan privilegiado; no sólo gracias a su clima y sus paisajes, sobre todo gracias a sus gentes. Y por eso hoy te voy a mostrar un poquito más de este pequeño paraíso de la Macaronesia; algunos planes que sin duda harán que no te quieras ir.

 

Conoce lo auténtico de Gran Canaria

Septiembre y octubre son para mí los mejores meses para visitar Gran Canaria. El tiempo es inmejorable y la ciudad está en su máximo esplendor. No puedes perderte la playa de Las Canteras, disfrutar de sus aguas cristalinas y de sus 2 kms. de largo para dar un buen paseo hasta la Cicer, la zona más surfera y con ambiente inmejorable. Podrás relajarte tomando unas cervezas en The Block o el Mumbai, mientras disfrutas del atardecer y si tienes suerte de un poco de música en directo. En la otra punta de esta playa encontrarás el restaurante La Marinera; del mar a la mesa, el producto no puede ser más fresco y las olas rompen casi donde te sientas a comer. Muy recomendable y típico entre los lugareños.

La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria cuenta con un casco histórico peculiar y lleno de vida, si quieres buscar algo más que callejear (que también debes hacerlo) te recomiendo un plan que no podrás rechazar: subir a los tejados de la catedral. No te lo pienses dos veces y disfruta de las vistas desde las alturas. Cuando bajes acércate a La Azotea de Benito, uno de los “rooftops” más típicos del centro y con el mejor ambiente, pídete un mojito y el buen rollo estará asegurado.

 

 

Pura naturaleza

Otro de los lugares que no puedes dejar escapar es el jardín canario. En él descubrirás la flora autóctona de la isla mientras paseas o te sientas a comer en su maravilloso restaurante de comidas típicas.

 

 

Envuélvete del verdadero sabor

Las papas arrugás, los quesos, la ropa vieja, el almogrote… Son muchos los platos canarios que estás obligado a probar. Como ya he comentado el Restaurante del Jardín Canario es un lugar entrañable donde saborearás el más puro estilo canario acompañado de unas vistas inigualables. Otro sitio muy recomendado y poco conocido por los turistas es el restaurante El Padrino en las coloradas, un lugar auténtico que se encuentra en La Isleta. En él podrás probar los productos de la tierra con el toque casero que les caracteriza.

Si quieres variar un poco y degustar platos más comunes después de una tarde de compras por las ramblas de Mesa y López, debes pasarte por la calle Ruiz de Alda y entrar en cualquiera de sus nuevos restaurantes, mi preferido es siempre el 200 gramos. sus hamburguesas son un auténtico placer.

 

 

 

Gran Canaria es famosa por sus playas; Maspalomas y sus dunas o Las Canteras en la ciudad, sin embargo el interior de la isla puede ser incluso más impresionante. Hay un millón de rutas por descubrir, incluso si no eres experto en senderismo, no te preocupes porque hay caminos para todos los niveles. Esta es la mejor forma de sentir la naturaleza única del lugar.

Una ruta que a mí personalmente me gusta mucho es la de La Caldereta, un paraje escondido que rodea el cráter de un antiguo volcán. Cerca de este sitio se encuentra Teror, uno de los pueblos con más encanto de la isla. No podrás resistirte a sus típicos bocatas de chorizo de Los Nueces mientras paseas por la calle de los balcones.

Déjate llevar y conoce la aventura

Si quieres encontrar un lugar alejado y único no puedes perderte el Charco Azul, la ruta en coche para llegar a él ya es impresionante. La carretera se alza sobre unos enormes y encrespados acantilados que hacen mezclarse el miedo con la admiración y una vez llegas al lugar indicado parece como si de un oasis se tratara, un charco entre montañas causado por una cascada de aguas turquesas, toda una maravilla.

Hay muchos más planes que puedes hacer si visitas Gran Canaria, muchas más comidas que saborear y sensaciones por las que dejarte llevar… Pero eso ya depende de ti. Si quieres embarcarte en esta aventura no lo dudes, déjate llevar y disfruta.

Gran Canaria siempre te espera.