Isabel Jiménez, tras 10 años en televisión: «Nunca me planteé ser presentadora»

Cumple 10 años en televisión, es un referente para estudiantes de Periodismo y, además, triunfa como empresaria gracias a la exitosa andadura de Slow Love. Isabel Jiménez nos concede esta entrevista en uno de sus momentos más especiales. ¡Conócela junto a nosotros!

Se cumplen 10 años desde que presentaste un informativo en televisión por primera vez, ¿qué balance haces de todos estos años?
Muy bueno. Nunca pensé que esto iba a ser tan largo. Una estudia Periodismo con toda la ilusión del mundo, y en mi caso de forma vocacional, pero nunca pensé ni me planteé ser presentadora. Llegó de forma imprevista y hacer 10 años es una satisfacción. ¡Y qué sean muchos más!

«Mi vocación era dedicarme a la prensa escrita»

¿Es verdad que tu objetivo cuando comenzaste la carrera de Periodismo era dedicarte a prensa escrita? ¿Cómo diste el salto a la televisión?
Exactamente. Quería ser periodista desde muy pequeña. Hacía periódicos en verano porque mi vocación era dedicarme a la prensa escrita, sin ninguna duda. Pero quise probar los tres medios de comunicación durante las prácticas de verano. Primero empecé por prensa escrita, el segundo año hice televisión y en el tercero mi intención era hacer también radio, pero no tuve ocasión. En el segundo año, haciendo prácticas en Informativos Telecinco en Andalucía, me cogieron para hacer sustituciones y ya empecé a trabajar. Y no he parado. Al final, fue la televisión la que me eligió a mí.

¿Te gustaría poder dedicarle también tiempo a las noticias sobre el papel?
En esta profesión, y en la vida en general, nunca se sabe. Las ocasiones van surgiendo y me quedan muchos años de carrera profesional por delante. Eso nunca se puede descartar. ¡Y por supuesto que me gustaría! Nunca hay que decir que no a una nueva oportunidad, y si se puede compaginar, genial.

«El periodismo es una profesión con muchas desigualdades»

¿Qué consejo darías a los estudiantes de Periodismo que ahora te tienen como un referente en la profesión?
Doy bastantes charlas a estudiantes, y lo que les digo siempre es que es una profesión vocacional. A los que de verdad siempre han querido ser periodistas o están enamorados de esta profesión, les animo porque tiene su recompensa. Pero dedicarte a esto porque esté de moda, porque quieres salir en la tele… Eso no lo aconsejo porque es una profesión muy dura y con muchas desigualdades. Tiene muchas oportunidades, pero no es fácil. Tiene que ser una elección vocacional.

¿Qué es lo que más te gusta de tu rol como presentadora?
Me gusta hacer directo todos los días. Lo que me encanta es la adrenalina que me permite esta profesión, poder contar las cosas cuando están pasando. Tengo la oportunidad de salir a contar lo que está sucediendo cada día. El Informativo es muy vivo, y aunque la mayor parte del tiempo está todo preparado con nuestro guión, en ocasiones es improvisado y ahí es dónde uno demuestra su capacidad como comunicador  y su profesional. Es una gran recompensa.

«Lo que menos me gusta de mi día a día es contar historias tristes»

¿Y lo que menos?
Al final, mi día a día es contar noticias negativas e historias muy tristes. Intentas que no te afecte pero hay historias que terminan afectándote a nivel personal.

¿Te gustaría en el futuro presentar otro tipo de programa?
No lo descarto. Soy una enamorada de la profesión y dónde me lleve, allí estaré. Yo no elegí ser presentadora de un informativo y si me surge la posibilidad de un formato que va con mi forma de trabajar, no lo descarto. No sé si me vería o no me vería, pero nunca se puede decir nunca.

«De Almería echo de menos el mar»

¿Qué echa de menos una andaluza como tú de su tierra después de tanto tiempo en Madrid?
Lo que echo de menos, y además se me nota muchísimo, es el mar. Cuando voy, lo primero que hago es sumergirme y no salgo hasta que vuelvo a Madrid.

Pero… ¿Qué tiene Madrid que o tiene Almería?
Son dos conceptos de vida diferentes. Adoro mi tierra, no salgo de allí en mis vacaciones, tengo allí a toda mi gente… Pero Madrid a nivel profesional me ha dado la posibilidad de estar dónde estoy hoy en día. Eso no te lo ofrece una ciudad como Almería.

«La clave de Slow Love es que el equipo adora el proyecto»

Junto a Mayra del Pilar y Sara Carbonero creaste Slow Love. Vuestro negocio acaba de cumplir 3 años y es todo un éxito. ¿Dónde habéis encontrado el secreto?
No hay secreto, hay muchísimo trabajo. La clave, en nuestro caso, para haber llegado hasta aquí en tres años y haber consolidado la marca, es el equipo. Hemos conseguido un equipo compacto que cree y adora el proyecto, y al final eso es lo que se nota. Son ellos los que realmente hacen posible Slow Love. Por otro lado, no hemos querido correr demasiado, hemos hecho las cosas con tranquilidad. La calma y hacerlo todo con cabeza nos ha permitido llegar a los tres años.

¿Qué requisitos tiene que tener el producto para ser vendido a través de vuestra plataforma?
Que sea una marca amiga, que comparta ciertos valores. Nosotros hacemos las cosas desde la coherencia, respetando el medio ambiente, la calidad… O puramente porque el estilo define perfectamente lo que somos.

«Los vestidos y las botas son mis preferidos»

¿Cuál es tu prenda favorita de Slow Love?
¡Tengo tantas! Creo que los vestidos y las botas. Me quedaría con las dos cosas porque no he visto vestido tan bonitos y no he encontrado en otro sitio tanta variedad.

¿Qué significa para vosotras haber hecho una colección 100% made in Slow Love?
Nacimos con vocación de ser marca propia, de hecho, la tendencia de lo que queremos ser es que el 90% de la empresa sea marca propia. Desde el principio sacamos colecciones pequeñas porque no teníamos ni la experiencia ni los medios. Hemos conseguido hacer cosas de las que estamos muy orgullosas y que se están vendiendo fenomenal.

«Todos los diseños tiene nuestra aprobación»

¿Os habéis involucrado personalmente en su diseño?
Cada uno sabe de lo que sabe. Es verdad que todo tiene que pasar por nuestro visto bueno, pero hay un equipo de diseño que se encarga de hacerlo.

Y, la última, ¿dónde y cómo te ves dentro de otros diez años?
¡Prefiero no pensarlo y que la vida me sorprenda!