El poder de las palabras
A lo largo de nuestra vida, ¿cuántas veces nos habremos equivocado diciendo algo?
Muchas, ¿verdad? Pero siempre estamos a tiempo de rectificar. De cambiar las palabras y que quede un mensaje positivo de todo ello. Hacer feliz a alguien cuesta tan poco … con una simple palabra podemos conseguirlo, y qué difícil lo hacemos a veces.
Un “perdón” reconforta mucho, tanto decirlo como escucharlo. Todos nos equivocamos, no pasa nada. No tengamos miedo, rectificar es de sabios, ¿no? Hacer feliz a alguien acaba haciéndonos felices a nosotros también y solo por eso merece la pena pensar antes en lo que vamos a decir y cómo. Usar un tono adecuado y tener una sonrisa mientras se habla con alguien son grandes factores para crear una buena energía. Es muy importante empatizar con la otra persona, demostrar que nos interesa todo lo que nos está diciendo.
Debemos ser conscientes en todo momento del mensaje que estamos transmitiendo, no solo con las palabras, sino por nuestros gestos también.
El lenguaje no verbal es también fundamental. Incluso sin hablar a veces se dice mucho más. Si intentamos todo el tiempo rodearnos de palabras afables y buenas vibraciones, todo irá bien. La elección de unos pensamientos positivos y de un lenguaje agradable debe ser un ejercicio clave en nuestro día a día, de esta manera ahuyentaremos todo lo malo de nuestra vida en la mayor medida posible.
Nosotros creemos en el karma, así que por esto mismo somos de los que pensamos que las palabras como los actos son de ida y vuelta, de rebote, de las que te vuelven… Una simple frase mal dicha al universo tarde o temprano nos volverá…. Quién sabe, quizás porque tengamos que aprender una lección o saber utilizar bien las palabras que empleamos porque nuestras palabras siempre traen consecuencias.
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