La importancia de una alimentación saludable
Cuidar de nuestro cuerpo es importantísimo para prevenir enfermedades en un futuro. Saber que alimentos comer, la forma en que los debemos cocinar, y cuales debemos evitar puede llegar a resultar vital para nuestro organismo.
Este cuidado de la alimentación debe realizarse desde las edades más tempranas ya que en muchas ocasiones la alimentación que tenemos de niños, determina las enfermedades que podamos padecer de mayores.
Uno de los casos donde mayor importancia tiene nuestra alimentación es en el cáncer ya que se estima que el 30% de los casos están relacionados con una nutrición y alimentación incorrecta. Por eso es muy importante que cuidemos aquello que comemos tanto los pacientes oncológicos como aquellos que queremos prevenirlo.
Debido a esta relación entre cáncer y alimentación, la Dra. Elisabeth Arrojo y el chef Pablo Balbona, miembros de la clínica INMOA han publicado “Cocinando tu salud” un libro de recetas pensados especialmente para los pacientes oncológicos que deben cuidar su alimentación y todos aquellos que quieran prevenir la aparición del cáncer mejorando sus comidas.
Ya sea porque quieres cuidarte, mejorar tu estado de ánimo y de energía diario, por que quieras cuidarte de patologías como el colesterol, la diabetes, la celiaquía… o incluso de enfermedades más graves, como el anteriormente mencionado cáncer, lo cierto es que hay algunos consejos a seguir para mejorar nuestra tradición en la cocina.
Cuidado con los alimentos que consumes: Lo mejor es apostar por comida real, sin procesar, de esta forma evitamos cualquier tipo de elaboración que no esté bajo nuestro control y por tanto que pueda resultar perjudicial. Apuesta por grutas y verduras, carnes, pescados, legumbres… La dieta mediterránea se adapta perfectamente a esta premisa. También es recomendable consumir aquellos alimentos de temporada ya que así no precisarán de ningún aditivo para dar sabor o conservar.
Cambia los procesos de elaboración: Una vez contamos con una buena materia prima, también es importante cuidar de su proceso de preparación. En este caso, los expertos recomiendan no abusar de las frituras o los rebozados. Puedes en este caso optar por vapor, horno o plancha. Por ejemplo, en lugar de freír en una gran cantidad de aceite, puedes impregnar con unas gotas los alimentos y cocinarlas en el horno, el resultado será similar y mucho más saludable. También podemos cambiar la forma en que rebozamos los alimentos, cambiando las harinas refinadas por otras alternativas más saludables como harina de arroz o quinoa cocida.
Son pequeños cambios que pueden suponer grandes avances y mejoras en tu salud.
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